El Cuartel Central de Mar del Plata incluirá en su cuadrilla un camión que prestó servicios durante el atentado a las Torres Gemelas. Se compró con fondos que recaudaron los vecinos. Cómo trabaja y qué costos tiene la fuerza.
por Agustín Marangoni
El mundo vio el momento exacto en el que las Torres Gemelas cayeron pulverizadas por el impacto de dos aviones esa mañana del 11 de septiembre. El primero alcanzó su objetivo a las 8:46. De inmediato, todas las dotaciones de bomberos de Nueva York comenzaron tareas de evacuación y asistencia. Catorce minutos después, se incrustó el segundo avión. En las primeras dos horas, consecuencia del calor y los derrumbes, murieron cerca de 300 bomberos, lo cual obligó al gobierno a pedir refuerzos de personal y equipamiento a otras ciudades. Ahí entró en acción el autobomba Seagrave modelo 1984 que en este momento se encuentra estacionado en el Cuartel Central de Bomberos de Mar del Plata, a la espera de su presentación oficial. Prestó servicios desde el inicio hasta el final de las tareas que asistieron a más de 16 mil personas en la zona del atentado.
El camión se compró con fondos recaudados por la Asociación Civil Amigos Bomberos Mar del Plata. Se pagó 350 mil pesos. Es la primera vez que se compra un autobomba con plata de marplatenses. Los fondos se juntaron en una cuenta bancaria (Nro 55041/3, sucursal 4200 del Banco Provincia, CBU: 0140323501420005504133), donde cualquier vecino puede hacer su aporte con una transferencia. La unidad viajó en avión, semi desarmada, desde California hasta Rosario. De ahí, fue al Cuartel de Punta Alta, donde se utilizó desde 2011 hasta 2016. Este año, vino andado hasta Mar del Plata. En los tramos rectos de la ruta 8, alcanzó una velocidad de 120 kilómetros por hora sin esfuerzo.
El Cuartel de Mar del Plata, en sus noventa años de servicio, recibió autobombas en tres oportunidades: en 1978, durante el mundial de fútbol; en 1995, en fechas de los Torneos Panamericanos, y en 2005, para la IV Cumbre de las Américas. Este año, se prevé, recibirá más equipamiento vehicular para el mes de diciembre.
Seagrave es una firma americana que desde hace ciento veinte años se dedica exclusivamente a la fabricación de autobombas. Su política es seguir el recorrido de todas las unidades. A los diez años de uso, regresan a los talleres de la fábrica para ser arregladas, repotenciadas y actualizadas. La industria argentina es diferente, no se fabrican autobombas, sino que se adaptan carrozados a camiones estándar de calle. En las unidades americanas, el tanque de agua es de plástico reforzado, el sistema de frenos resiste con holgura los 4000 litros de agua que carga (unos 25 minutos constantes de caudal), el motor es de barco –de hecho, para la puesta a punto se suelen llevar a los astilleros– y todos los dispositivos están pensados para cuidar al máximo la seguridad del personal. El gasto de combustible es de 35 litros cada 100 kilómetros, aproximadamente. Usadas, en suelo argentino, las unidades Seagrave cuestan entre 600 mil y 300 mil pesos, de acuerdo al modelo y las prestaciones. Un autobomba cero kilómetro fabricado en Argentina alcanza los ocho millones de pesos.
Los camiones sufren un desgaste profundo. Las altas temperaturas y las urgencias permanentes son actividades abrasivas para las carrocerías y los motores. Los bomberos marplatenses hacen entre 3800 y 4600 intervenciones anuales, es decir, más de diez por día. En el Cuartel Central hay tres camiones. En total, en Mar del Plata, hay trece distribuidos en ocho cuarteles. La mayoría de las tareas de mantenimiento están en manos de los mismos integrantes de la fuerza, en especial temas de ajustes, mecánica y puesta a punto de dispositivos. Es un hecho: los bomberos siempre están haciendo algo. Hasta se ocupan del día a día de los edificios. Saben de plomería, electricidad, colocación y albañilería. Por su parte, los trabajos de chapa y pintura los realizan los reclusos del Penal N°44 de Batán. Hay dos internos que dominan el oficio y trabajan junto a cuatro compañeros que están interesados en aprender. Los reparan en su totalidad con las herramientas y los insumos que les proveen desde el Cuartel. Este año ya repararon dos 11/14. La semana que viene comenzarán la reparación de un 16/20. Cada unidad lleva unos cuatro meses de trabajo.
Además del gasto en vehículos, el Cuartel tiene que afrontar la compra de camperas ignífugas, alarmas de hombre muerto, cascos e instrumental diverso. En promedio, cada equipo completo para un bombero cuesta 120 mil pesos. La última renovación que llegó de provincia fue hace once años. En Mar del Plata hay un total de 160 bomberos; 42 pertenecen al Cuartel Central. Según se anunció desde el gobierno provincial, este año bajará equipamiento actualizado. Por el momento, una parte de la dotación utiliza los equipos que donó un cuartel de bomberos de California.
El camión Seagrave ya está en el cuartel. Ahora hay que vestirlo. O sea, equiparlo. Una tira de mangueras cuesta 8500 pesos. Se necesitan, como mínimo, diez tramos para salir a la calle. En un extremo de la manguera se instala una lanza que tiene un costo de 10 mil pesos. Se necesitan cinco lanzas por camión. Además de cuerdas, ganchos, barretas, tijeras reforzadas y demás. El costo del equipamiento es casi tan alto como el costo del autobomba, porque la mayoría de las construcciones de Mar del Plata no cuentan con ningún sistema de seguridad. Los bomberos tienen que llevar todo. Si hay que sofocar un incendio en un piso 17, hay que subir con las mangueras y el agua desde el camión hasta el piso 17. Tampoco hay hidrantes en todas las calles. Y así cada obstáculo, que provoca un mayor desgaste de las herramientas.
En cifras
Mar del Plata, por sus condiciones geográficas, tiene distintos frentes de acción. Además de los incendios, se trabaja en rescates con cuerdas en la zona de los acantilados, se asisten suicidios, urgencias en unidades penitenciarias y hasta mascotas atascadas en altura. Algunos datos de 2017: entre los nueve cuarteles se sofocaron 594 incendios en viviendas particulares, 75 en comercios, 28 en industrias, 434 en vehículos, 653 incendios forestales, se asistieron 132 rescates vehiculares, 95 rescates de personas y 101 rescates de mascotas con riesgo de vida. Por los temporales –casos de voladuras de techos, caídas de árboles y postes– se registraron 364 salidas. Además de 398 presencias obligatorias en acontecimientos deportivos y manifestaciones. Durante la temporada de verano, por los incendios forestales y los incendios en domicilios (la población se duplica), la actividad aumenta cerca de un 15%. En un día se pueden contabilizar hasta 80 salidas.
Para la escala de Mar del Plata esta unidad es de primera línea. Con el mantenimiento necesario alcanzará durabilidad y alto rendimiento, explica Hernán Spadari, secretario de la Asociación de Amigos. “Para los bomberos de Mar del Plata, que cuidan con esmero los equipos, es una herramienta eterna”, dice.